Se ha demostrado que en el aprendizaje del adulto, independientemente de si es profesional de la salud o no, intervienen varios factores, por ejemplo: las características del objeto a aprender, las variables personales (cognitivas, biológicas y socio-afectivas) del que aprende o bien la identidad y las variables contextúales (metodología enseñanza, institucional, etc.).
Respondiendo a cómo aprende un profesional de la salud, es una pregunta muy amplia en realidad, así que la voy a dividir en dos, y la voy a responder desde el profesional de salud que más conozco, los estudiantes de Medicina de pregrado.
Esta pregunta depende también de cómo están planteadas las mallas curriculares hoy por hoy, es decir, ciencias básicas (primeros años) y ciencias clínicas (últimos años). Aunque esto gracias a mallas innovadoras también está cambiando.
Un estudiante de Medicina aprende en dos fases:
1.- Trayecto por las ciencias básicas.
Se logra a través de forjar “un aprendizaje significativo para el estudiante, simplificado y clarificado la información por parte del docente, para que pueda ser asimilada y comprendida, ya que necesita una base de conocimientos y experiencias previas para ser construido y que debe ser bien diseñada para ser efectiva”.
Estoy de acuerdo que para que esto funcione, es clave la tarea del docente organizando los contenidos que debe saber el estudiante, y le añadiría que esto funciona durante los primeros años. Mi hipótesis es que en los primeros niveles se deben desarrollar estrategias que ayuden al aprendizaje profundo y que generen motivación importante.
¿Pero qué tipo de motivación.?
Es una suposición mía, pero creo que la mayoría de estudiantes de profesiones referentes a la salud tienen clara cuál es su vocación. Antes de empezar saben que el camino será largo y a veces complicado, pero también saben que vale la pena llegar a trabajar en lo que siempre han soñado. Es decir, su motivación intrínseca cumple un rol muy importante, estimulando a los estudiantes a perseguir un interés crucial para su propio aprendizaje, traduciéndose en un conocimiento más profundo.
La motivación extrínseca de cierta manera puede dañar el interés del estudiante, ya que si desaparece el estímulo externo (reconocimiento, afán de competición, prestigio, etc.) o se deja de recibir este estímulo externo, lograremos falta de interés por parte del estudiante corriendo el riesgo de acentuar en el aprendizaje de carácter superficial.
2. En la transición hacia el ciclo clínico
Se logra a través de la progresión del estudiante desde las ciencias básicas a las clínicas y luego, esto involucra un creciente uso del aprendizaje experiencial y entonces:
¿Cómo se transforman los estudiantes de medicina en aprendices experienciales?
Existen estudios que soportan que el aprendizaje clínico involucraría al estudiante en su capacidad de relacionarse con múltiples actores y actuar diferenciadamente según el contexto (clínico, social, cultural, emocional y ético (1,2).
Por lo tanto, la simulación clínica y las prácticas pre-profesionales son una buena forma de realizar esta transición.
En este punto, aunque Alejandro disienta conmigo, creo que sí tiene que ver la cognición distribuida, además de la transferencia. Se utiliza la cognición distribuida, puesto que los estudiantes refieren que es necesario establecer redes para satisfacer distintas necesidades de aprendizaje: compañeros para recibir y dar apoyo, residentes para resolver dudas, pacientes para mantenerse motivados por aprender, y tutores clínicos como modelos a imitar (o evitar), y para resolver situaciones complejas.
En esta etapa, mientras más feedback, más significativo el aprendizaje y más integradora con las ciencias básicas o los ciclos previos será la experiencia.
Además, compromete al estudiante íntegramente (física, racional, emocional y socialmente) como miembro de una comunidad cuyo sentido se realiza en la atención al paciente y que también le da sentido a la existencia del médico debido a que la construcción de su identidad es a través del desempeño de un rol importante en la sociedad, a través de la cual se siente valorado y considerado bueno en su oficio.
Me baso entonces en la teoría del aprendizaje constructivista de Vigotsky, donde la cultura juega un papel relevante en el aprendizaje, logrando que este se apropie de su aprendizaje a partir de su vivencia como un ser interactivo, parte de la comunidad.
Esto es solo una forma de interpretar cómo aprende un médico, puesto que esto también depende mucho del estilo de aprendizaje de cada estudiante y de cómo la malla curricular facilite las oportunidades de utilizar ese estilo de aprendizaje. De ahí que en el trabajo del grupo hallamos planteado lo siguiente “los estudiantes de cierta manera deben el control de su propia educación”, esta postura es distinta y de lo que se trata es de como el docente da oportunidades de aprendizaje y además es una postura que aboga por la implementación de estrategias de aprendizaje más autodirigidas a promover impacto.
Revisando los principios de David Kolb, Learning Styles Inventory, el autor propone aplicar el aprendizaje experiencial al modelo de diseño curricular.
Los autores argumentan que promover la aplicación de todos los estilos de aprendizaje en secuencia proporciona un encuentro educativo más deseable y que este enfoque de aprendizaje podría extenderse mucho más allá de los estudiantes individuales para influir también en aprendizaje grupal. De ahí que exista necesidad de ofrecer formatos de aprendizaje a quienes a veces tendrán estilos de aprendizaje que difieren del estilo de enseñanza preferido del instructor. (3)
En Conclusión, concuerdo con el estudio de Marcela Bitran que demostró que la mayoría de los estudiantes admitidos en la escuela de medicina en el pregrado son estudiantes abstractos pasivos, sin embargo, a medida que avanzan en el programa, el aprendizaje se vuelve activo y las interacciones interpersonales concretas se vuelven cruciales para la adquisición de competencias profesionales.
El propósito de este estudio fue determinar cómo los estilos de aprendizaje de los estudiantes de medicina cambian durante el curso de su programa de pregrado. Teniendo como conclusión que Los estudiantes de medicina cambian su forma preferida de aprendizaje porque evolucionan de un estilo abstracto-reflexivo— pasivo a uno abstracto-activo. (4)
Otras cualidades que aprenden los profesionales de la Salud
Otras cualidades que no están estrictamente relacionadas con el ejercicio de la Medicina, nuevamente, Marcela Biltran, realizó a través de focus group una encuesta que se aplicó alumnos de Medicina y Odontología. Este abordó los “procesos personales”, en el cual más del 70% de los alumnos mencionó como sus principales desafíos:
- Lograr “administrar el tiempo libre”,
- Organizar sus actividades
- “Manejar el estrés”.
- Trabajo en equipo
- Lograr adaptarse
Entonces ha de incluirse estas variantes en los primeros años de formación como factores que pueden modificar el clima de aprendizaje y al aprendizaje en sí, y que, por lo tanto, deben ser enseñados a controlarse, para generar una competencia que a lo largo de la carrera es muy importante, la autorregulación, que permitirá la más fácil adaptación a los escenarios médicos reales en ciclos superiores.
- Lave J, Wenger E. Situated learning: Legitimate peripheral participation. Cambridge: Cambridge University Press; 1991
- Wenger E. Communities of practice: Learning, meaning and identity. New York, NY: Cambridge University Press; 1998.
- Armstrong E, Parsa-Parsi R. How can physicians’ learning styles drive educational planning? Acad Med 2005; 80: 680-4.
- Bitran, Marcela et al. “Medical Students’ Change in Learning Styles during the Course of the Undergraduate Program: From ‘thinking and Watching’ to ‘thinking and Doing.’” Canadian Medical Education Journal 3.2 (2012): e86–e97. Print.